Stephanie Harvey comparte con Polly Jean Harvey algo más que el apellido. Es verdad que resulta complicado relacionar a dos mujeres de generaciones distintas (la primera nació en 1986 y la segunda en 1969), de dos países muy diferentes (canadiense una, británica la otra) y que se dedican a dos actividades sin relación ninguna: Stephanie es la mejor jugadora del mundo de Counter Strike mientras que PJ es una de las compositoras e intérpretes de rock más importantes de las últimas décadas. La relación hay que buscarla, pues, no en lo que hacen o en coincidencias generaciones -inexistentes-, sino en lo que representan en los ámbitos en los que han decidido abrirse camino. Porque en ambos terrenos, como en casi todos en esta sociedad, la mujer es relegada a un segundo plano por quienes se empeñan en mantener una mirada chata, antigua, estúpida incluso. La coincidencia, obviamente accidental, de los apellidos sirve como excusa para hablar de mujeres pioneras y fuertes, capaces de sobreponerse a las limitaciones que otros tratan de imponer a su sexo. Stephanie no ha necesitado sentarse en un programa de máxima audiencia frente a Jay Lenno, como sí lo hizo PJ en 1993, y explicarle con detalle los pasos que hay que seguir para castrar a un cordero. Pero en cambio ha reconocido en múltiples ocasiones que ha sido juzgada de forma diferente por ser una chica. En una entrevista con la BBC en 2016 aseguraba que “los e-sports todavía son un club de chicos” y se atrevía a denunciar el sexismo y el trato que soportan las mujeres: “a veces me he preguntado si merecía la pena continuar en un lugar en el que la propia comunidad a la que se supone que pertenezco parece odiarme. Lo hago porque soy feminista, porque creo que las mujeres tienen sitio en el mundo de los videojuegos”.

Stephanie Harvey ha sido cinco veces campeona del mundo de Counter Strike y trabaja además como diseñadora de juegos en Ubisoft, compañía creadora del famoso shooter. Más que pedir permiso, lo que han tenido que hacer las mujeres para ocupar ese espacio que reclama la jugadora canadiense ha sido conquistarlo. Harvey, junto con Anna Prosser Robinson, Genevieve Forget y Stephanie Powell fundó en 2016 Missclicks, una comunidad dedicada a los videojuegos en la que las mujeres son protagonistas y cuyo objetivo, aseguran en su web, es servir de modelo para otras chicas y crear una cultura geek donde prime la “autenticidad, la igualdad, la unidad y la valentía”.

“Dentro de diez años no hablaremos de jugadoras femeninas, simplemente hablaremos de gente que juega a videojuegos porque todo el mundo lo hará”, asegura Harvey. Si llega ese día, será seguramente porque en el ámbito de los e-sports, como en tantos otros, se habrá llegado a la necesaria y justa igualdad. Y habrá sido gracias a mujeres como ella.

Entrevista y edición: Zuberoa Marcos, Juanlu Ocampos, David Giraldo
Texto: José L. Álvarez Cedena

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