- Tema Autor
- #1
"Desde Escocia que nos quieren dividir"
Tras el estallido de la interna de la conducción, Bilardo desmintió su renuncia y estar distanciado de Maradona. "Cuando yo le hablo, Diego me escucha", sostiene.
Nos quieren dividir, no sé por qué. Desde Escocia que nos quieren dividir. Están creando algo como si quisieran eso. Si estamos siempre juntos...". Es el día después. Otro día después. La derrota en La Paz, más las declaraciones de Humbertito Grondona, pusieron nuevamente sobre la mesa la interna en la conducción de la Selección. Que Maradona no escucha a Bilardo (como dio a entender el hijo de Don Julio), que el Narigón quiere tener mayor participación, que tuvo discrepancias con el Diez en la preparación del equipo en esta doble fecha de Eliminatorias, que el Doc está pensando en renunciar... Por eso, apenas atiende el llamado de Olé, el manager del seleccionado arranca, se embala, busca aclararlo todo, se muestra conciliador. "Antes me hubiese vuelto loco por esto, ahora estoy más tranquilo, pero no puede ser...".
-A ver, Carlos, ¿está enojado con Diego?
-¿Yo? No, no estoy enojado con Diego. Si hablamos todos los días... Hoy (por ayer), justo no, pero hablamos siempre. Dos personas que están enojadas no se hablan, no se hablan...
-Cuando hablan, ¿él lo escucha?
-Sí, sí, lo que le digo, sí.
-Porque Humbertito dijo que Diego tenía que escucharlo más a usted...
-Pero hablamos, hablamos siempre. Yo le digo lo que él me pregunta. Lo que no me pregunta, no... Vos al técnico no le podés decir nada, sólo si te pregunta.
-¿Y lo consulta mucho?
-Algunas cosas me consulta... Lo que a él le parece. Porque yo no soy de estar encima. Hay que dejarlo tranquilo. Pero hasta ahora, todo lo que hablamos desde que arrancamos, se está cumpliendo.
-¿Puede ser que quiera tener mayor participación y Diego no lo deja?
-Yo nunca dije que quería participar más. Estoy para colaborar con él. Yo lo respeto a Diego y él me respeta a mí.
-¿Y por qué tuvo una actitud tan pasiva en estos días? Casi ni se lo vio...
-Porque siempre fue así. Yo no aparezco. Cuando fuimos a Francia y ganamos, no fui al vestuario. Esperé a los muchachos en el micro. Por eso no sé qué pasa... El otro día dijeron que no fui a un asado que se hizo en Ezeiza, que no me habían invitado. Y Diego tampoco estuvo.
-¿Y lo invitaron?
-No me quedé porque tenía un compromiso y luego tenía que ir a la radio. Ni yo ni Diego estuvimos y de repente es como que por eso estamos enemistados. A veces pienso: ¿éstos sabrán bien lo que dicen?
-¿Qué opina de la dura derrota ante Bolivia?
-No, no, de eso no opino, porque soy parte. No digo nada ni en la radio.
-Luego de lo que pasó, ¿hay cosas para corregir y que hablar con Diego?
-Siempre hay cosas para corregir. Hasta cuando salís campeón del mundo. Tras esa final yo estaba mal porque nos habían hecho dos goles de cabeza...
-Se dijo que no estaba de acuerdo con la preparación del equipo...
-No, a mí no tiene que molestarme nada de eso. Si el técnico dice "concentran tal día", es así. Si dice "no vengan", no vengan. La comida... ¿qué me importa? Eso es cuestión del técnico. Como los ayudantes. Los elige él, Diego.
La sensación es clara: el Narigón busca paz, parar la pelota, desactivar la bomba. Y parece ser una postura de todos. La de Maradona mismo, que en otro momento le hubiese salido con los tapones de punta a Humbertito: ayer, recluido, todavía golpeado por el 1-6, no salió a hablar. Y también la de Julio Grondona, a quien no le cayeron bien las declaraciones de su hijo (las consideró inoportunas), pero que al fin de cuentas se fue a su campo de Brandsen a descansar. La tregua, así, durará hasta la semana que viene, cuando habrá reuniones varias para aclarar funciones y ajustar detalles.
-Carlos, dijo que en diez días iba a decir algo, ¿pensó en renunciar?
-No, ni loco. ¿Otra vez con eso? Nunca se me pasó por la cabeza. En serio.
-Diego blanqueó, tras la goleada, que usted le dijo que esto le iba a pasar...
-Yo le dije que estos golpes, una vez en la vida, a los técnicos les pasan. A mí me pasó con Camerún. Creí que era el final de mi vida. Por eso, lo que busqué fue darle aliento, dejarlo tranquilo... ¿Ven que hablamos? Está todo bien, con Diego está todo bien.
Tras el estallido de la interna de la conducción, Bilardo desmintió su renuncia y estar distanciado de Maradona. "Cuando yo le hablo, Diego me escucha", sostiene.
Nos quieren dividir, no sé por qué. Desde Escocia que nos quieren dividir. Están creando algo como si quisieran eso. Si estamos siempre juntos...". Es el día después. Otro día después. La derrota en La Paz, más las declaraciones de Humbertito Grondona, pusieron nuevamente sobre la mesa la interna en la conducción de la Selección. Que Maradona no escucha a Bilardo (como dio a entender el hijo de Don Julio), que el Narigón quiere tener mayor participación, que tuvo discrepancias con el Diez en la preparación del equipo en esta doble fecha de Eliminatorias, que el Doc está pensando en renunciar... Por eso, apenas atiende el llamado de Olé, el manager del seleccionado arranca, se embala, busca aclararlo todo, se muestra conciliador. "Antes me hubiese vuelto loco por esto, ahora estoy más tranquilo, pero no puede ser...".
-A ver, Carlos, ¿está enojado con Diego?
-¿Yo? No, no estoy enojado con Diego. Si hablamos todos los días... Hoy (por ayer), justo no, pero hablamos siempre. Dos personas que están enojadas no se hablan, no se hablan...
-Cuando hablan, ¿él lo escucha?
-Sí, sí, lo que le digo, sí.
-Porque Humbertito dijo que Diego tenía que escucharlo más a usted...
-Pero hablamos, hablamos siempre. Yo le digo lo que él me pregunta. Lo que no me pregunta, no... Vos al técnico no le podés decir nada, sólo si te pregunta.
-¿Y lo consulta mucho?
-Algunas cosas me consulta... Lo que a él le parece. Porque yo no soy de estar encima. Hay que dejarlo tranquilo. Pero hasta ahora, todo lo que hablamos desde que arrancamos, se está cumpliendo.
-¿Puede ser que quiera tener mayor participación y Diego no lo deja?
-Yo nunca dije que quería participar más. Estoy para colaborar con él. Yo lo respeto a Diego y él me respeta a mí.
-¿Y por qué tuvo una actitud tan pasiva en estos días? Casi ni se lo vio...
-Porque siempre fue así. Yo no aparezco. Cuando fuimos a Francia y ganamos, no fui al vestuario. Esperé a los muchachos en el micro. Por eso no sé qué pasa... El otro día dijeron que no fui a un asado que se hizo en Ezeiza, que no me habían invitado. Y Diego tampoco estuvo.
-¿Y lo invitaron?
-No me quedé porque tenía un compromiso y luego tenía que ir a la radio. Ni yo ni Diego estuvimos y de repente es como que por eso estamos enemistados. A veces pienso: ¿éstos sabrán bien lo que dicen?
-¿Qué opina de la dura derrota ante Bolivia?
-No, no, de eso no opino, porque soy parte. No digo nada ni en la radio.
-Luego de lo que pasó, ¿hay cosas para corregir y que hablar con Diego?
-Siempre hay cosas para corregir. Hasta cuando salís campeón del mundo. Tras esa final yo estaba mal porque nos habían hecho dos goles de cabeza...
-Se dijo que no estaba de acuerdo con la preparación del equipo...
-No, a mí no tiene que molestarme nada de eso. Si el técnico dice "concentran tal día", es así. Si dice "no vengan", no vengan. La comida... ¿qué me importa? Eso es cuestión del técnico. Como los ayudantes. Los elige él, Diego.
La sensación es clara: el Narigón busca paz, parar la pelota, desactivar la bomba. Y parece ser una postura de todos. La de Maradona mismo, que en otro momento le hubiese salido con los tapones de punta a Humbertito: ayer, recluido, todavía golpeado por el 1-6, no salió a hablar. Y también la de Julio Grondona, a quien no le cayeron bien las declaraciones de su hijo (las consideró inoportunas), pero que al fin de cuentas se fue a su campo de Brandsen a descansar. La tregua, así, durará hasta la semana que viene, cuando habrá reuniones varias para aclarar funciones y ajustar detalles.
-Carlos, dijo que en diez días iba a decir algo, ¿pensó en renunciar?
-No, ni loco. ¿Otra vez con eso? Nunca se me pasó por la cabeza. En serio.
-Diego blanqueó, tras la goleada, que usted le dijo que esto le iba a pasar...
-Yo le dije que estos golpes, una vez en la vida, a los técnicos les pasan. A mí me pasó con Camerún. Creí que era el final de mi vida. Por eso, lo que busqué fue darle aliento, dejarlo tranquilo... ¿Ven que hablamos? Está todo bien, con Diego está todo bien.