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"Los vamos a pasar por arriba"
Fabbiani ya juega la final de esta noche frente a Nacional aunque tenga una costilla fisurada. " Que me busquen, no tengo problemas", desafía. Y provoca a los uruguayos: " Ojalá que entren en mi juego...".
Fabbiani generó en Montevideo casi lo mismo que Botnia en Gualeguaychú: indignación. Pronunció una frase que no llegó al escándalo diplomático pero que sí encendió el fuego de la revancha. "Nacional no tiene nivel para jugar la Copa", dijo. Y hasta OJ Morales, que no tiene nada que ver con el camionero BJ sino que simplemente es el capitán de Nacional, le salió a contestar con el orgullo herido. La historia, que ya lleva más de dos semanas dando vueltas de los dos lados del Río de la Plata, recién terminará esta noche. Y el Ogro, frente al grabador de Olé, acepta el desafío: "Se viene un partido de vida o muerte".
-¿Por qué?
-Porque tenemos que ganar sí o sí. De lo contrario, nos quedamos afuera de la Copa. No queda otra. Queremos la clasificación.
-Pero no hay algo de decisivo por lo que dijiste tras el partido de ida.
-Dije lo que pienso.
-¿Y estás preparado para que los uruguayos te hagan sentir el rigor?
-No, estoy más preocupado por ganar el partido que por lo que hagan ellos.
-¿Sos consciente de que te van a ir a buscar?
-Que me busquen, no tengo problemas (se le escapa una sonrisa provocadora).
-¿Te beneficiaría que Nacional entre en tu juego, que se enoje?
-Ojalá que entren. Tendrá mucho que ver el árbitro. Contra Racing dejó que hicieran muchas faltas. Y se creen que porque soy grandote los golpes no me duelen. Pero no es así.
-¿Es una oportunidad para demostrar que Nacional no estaba a la altura de la Copa?
-Vamos a salir a pasarlos por arriba desde el primer minuto, necesitamos la clasificación como sea.
Mientras el DT de Nacional se ríe con ironía del peso de Fabbiani y en la tribuna visitante se preparan banderas en su contra, el Ogro no le baja ni un gramo a su postura desafiante. En este tiempo sólo se retractó en un tema: aseguró que no es hincha de Peñarol, como había sugerido en la previa del anterior partido. En el resto, siguió yendo al hueso, ninguneando a los rivales que le contestaron, diciendo que no tiene miedo de ir a veranear a Punta del Este porque los de Nacional "son 10" y contestando con la misma mordacidad que tuvo al decir que "ellos no podían creer que nos iban ganando".
Una fisura en una costilla, producto de un golpe que recibió en el clásico del sábado, le agrega más ingredientes a su noveno partido en River. Una final, según sus palabras. "Jugando como en el segundo tiempo contra Racing, es imposible que River pierda: tuvimos diez llegadas al arco claras. Lástima que no pudimos convertir".
-¿Y ahora cuántos goles les vas a meter?
-No sé, je, Pero hay que ganar. Les quiero ganar.
-¿A Nacional lo van a hacer sentir visitante?
-Sí, porque más que nada tenemos el equipo para hacer eso.
-¿Va a ser un partido muy distinto al que se jugó en Montevideo?
-Sí, eso dalo por hecho. Estamos en nuestra casa. Si metemos la mitad de los goles que erramos el otro día, el partido se va a cerrar antes de los 70 minutos. Tenemos que jugar como en ese segundo tiempo.
-¿Y si juegan como en el primer tiempo?
-Se va a complicar... Nos está pasando eso desde hace mucho. En River no nos podemos dar el gusto de regalar 45 minutos. Sobre todo, porque en los segundos tiempos a los rivales se les hace imposible superarnos. Ahora no nos sirve ni un empate. Tenemos que ganar para seguir en la Libertadores.
Fabbiani ya juega la final de esta noche frente a Nacional aunque tenga una costilla fisurada. " Que me busquen, no tengo problemas", desafía. Y provoca a los uruguayos: " Ojalá que entren en mi juego...".
Fabbiani generó en Montevideo casi lo mismo que Botnia en Gualeguaychú: indignación. Pronunció una frase que no llegó al escándalo diplomático pero que sí encendió el fuego de la revancha. "Nacional no tiene nivel para jugar la Copa", dijo. Y hasta OJ Morales, que no tiene nada que ver con el camionero BJ sino que simplemente es el capitán de Nacional, le salió a contestar con el orgullo herido. La historia, que ya lleva más de dos semanas dando vueltas de los dos lados del Río de la Plata, recién terminará esta noche. Y el Ogro, frente al grabador de Olé, acepta el desafío: "Se viene un partido de vida o muerte".
-¿Por qué?
-Porque tenemos que ganar sí o sí. De lo contrario, nos quedamos afuera de la Copa. No queda otra. Queremos la clasificación.
-Pero no hay algo de decisivo por lo que dijiste tras el partido de ida.
-Dije lo que pienso.
-¿Y estás preparado para que los uruguayos te hagan sentir el rigor?
-No, estoy más preocupado por ganar el partido que por lo que hagan ellos.
-¿Sos consciente de que te van a ir a buscar?
-Que me busquen, no tengo problemas (se le escapa una sonrisa provocadora).
-¿Te beneficiaría que Nacional entre en tu juego, que se enoje?
-Ojalá que entren. Tendrá mucho que ver el árbitro. Contra Racing dejó que hicieran muchas faltas. Y se creen que porque soy grandote los golpes no me duelen. Pero no es así.
-¿Es una oportunidad para demostrar que Nacional no estaba a la altura de la Copa?
-Vamos a salir a pasarlos por arriba desde el primer minuto, necesitamos la clasificación como sea.
Mientras el DT de Nacional se ríe con ironía del peso de Fabbiani y en la tribuna visitante se preparan banderas en su contra, el Ogro no le baja ni un gramo a su postura desafiante. En este tiempo sólo se retractó en un tema: aseguró que no es hincha de Peñarol, como había sugerido en la previa del anterior partido. En el resto, siguió yendo al hueso, ninguneando a los rivales que le contestaron, diciendo que no tiene miedo de ir a veranear a Punta del Este porque los de Nacional "son 10" y contestando con la misma mordacidad que tuvo al decir que "ellos no podían creer que nos iban ganando".
Una fisura en una costilla, producto de un golpe que recibió en el clásico del sábado, le agrega más ingredientes a su noveno partido en River. Una final, según sus palabras. "Jugando como en el segundo tiempo contra Racing, es imposible que River pierda: tuvimos diez llegadas al arco claras. Lástima que no pudimos convertir".
-¿Y ahora cuántos goles les vas a meter?
-No sé, je, Pero hay que ganar. Les quiero ganar.
-¿A Nacional lo van a hacer sentir visitante?
-Sí, porque más que nada tenemos el equipo para hacer eso.
-¿Va a ser un partido muy distinto al que se jugó en Montevideo?
-Sí, eso dalo por hecho. Estamos en nuestra casa. Si metemos la mitad de los goles que erramos el otro día, el partido se va a cerrar antes de los 70 minutos. Tenemos que jugar como en ese segundo tiempo.
-¿Y si juegan como en el primer tiempo?
-Se va a complicar... Nos está pasando eso desde hace mucho. En River no nos podemos dar el gusto de regalar 45 minutos. Sobre todo, porque en los segundos tiempos a los rivales se les hace imposible superarnos. Ahora no nos sirve ni un empate. Tenemos que ganar para seguir en la Libertadores.