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- #1
LA PRETEMPORADA DEL OGRO
"Si me dicen gordo, los mato a piñas"
Más íntimo que nunca, jura que ese apodo sólo se lo permite a sus conocidos. Y entre un trabajo y otro en Tandil, asegura: "Estoy comiendo menos que Uma...". El superclásico, la Selección, la pena de muerte: entrá a Ogromundo...
Ojalá que River me compre y me haga un contrato por 50 años. Porque yo me quiero quedar toda la vida".
Estirado en un sillón de dos cuerpos de la Hostería Casagrande, Cristian Fabbiani se acomoda la gorra negra mientras apoya sus zapatillas sobre la mesa ratona y sueña en voz alta. Es el mismo pibe de Ciudad Evita que aún hoy sale a hacer los repartos con su amigo Maxi, del almacén Las Chicas. El que se llevó un libro de Kafka a Tandil. El que no hace tanto se cruzó en un restaurante con Enzo Francescoli y casi se desmaya de la emoción. Y el mismo que, con las piernas doloridas por los más de 22 kilómetros sumados en cuatro días de pretemporada, suelta un "estoy comiendo menos que Uma...". A su lado, Ramón Díaz es Heidi. Je.
-Todos hablan de que justo vos elegiste trabajar a la ciudad de los salamines. ¿Te molesta que se hable tanto de tu peso o te digan Gordo?
-Si me lo dicen en la calle, los puedo llegar a matar a piñas. Si es un conocido, no me calienta. Depende de cómo lo diga. Hay maneras de decir gordo.
-Y las banderas con la layenda "Escupí el Fitito", ¿te joden?
-No. Quiere decir que para ellos soy importante. Cuando perdimos 5 a 1, la gente de San Lorenzo fue muy estúpida al no disfrutar del partido por putearme a mí. Que un equipo le gane así a River y se distraigan puteandome a mí... No tienen nada en la cabeza.
La primera bomba tiene como destino el Nuevo Gasómetro. Aunque esto es apenas el aperitivo de lo que se viene. "Soy muy fanático de River, de chiquito. Me acuerdo del 3 a 3 con Boca en el Monumental, goles de Berti, Villalba y Celso Ayala. Lo estábamos mirando por la tele, afuera de un kiosco, y como mis amigos son todos de Boca, me estaban dando con un caño cuando perdíamos 3 a 1. Pero yo en ningún momento me saqué la camiseta ni me fui de ahí, eh. Me la banqué", se entusiasma mientras deja el final de la historia abierto...
-¿Y qué pasó cuando River lo empató 3 a 3?
-En el 3 a 3, que casi lo ganamos, se querían matar ellos, je. ¡Los volví locos! Y al final, lo disfruté más yo que todos ellos.
-¿Cómo reaccionaron tus amigos de Boca cuando firmaste con River? ¿Se querían morir?
-No, son muy amigos míos, como hermanos. Y aunque algunos son de Boca, a veces van a la cancha a ver a River por mí.
-¿¡Vos lograste que hinchas de Boca griten por River!?
-Sí, pero no sólo ellos, eh. En mi familia hay unos cuantos de varios clubes y alientan a River por mí: mi mamá es de Boca, mi hermana más grande también, mi tío es de Racing, y todos están orgullosos de lo que me pasa. La más chiquita sí, es tan de River como yo...
-¿Te empezó a picar el bichito del superclásico?
-Sí. Quiero que el superclásico se juegue ya.
-¿Porque estás ansioso?
-Porque debe ser lindo jugar un superclásico. En la Bombonera le hice mi primer gol en Primera a Abbondanzieri. Pero falta: antes hay que pasar etapas.
-¿Sos de los que tiran caños en los entrenamientos y después regulan en la Bombonera o te da igual dónde se juegue?
-No, en la Bombonera mucho más todavía. Voy a tirar caños como siempre. O más todavía.
-¿Por qué?
-Por mi manera de jugar y porque estar en la cancha de Boca te agranda.
-Te van a insultar como los hinchas de San Lorenzo o más...
-Eh, pero será diferente.
-¿Te gustaría dejar muda a la Bombonera?
-Se va a callar. Si sigo trabajando de esta manera, con mi juego la Bombonera se va a callar.
-¿Es contradictorio que te comparen con Guillermo Barros Schelotto, justo un símbolo de Boca?
-No me jode, a Guillermo lo admiro.
-¿Los hinchas de River te adoran principalmente por tus declaraciones?
-Me quieren por mi manera de ser. Y porque además de jugador, soy hincha.
-¿Te sorprendió que te traten como a un ídolo?
-Ojalá que pueda ganar algo para llegar a ese nivel. Cuando recibo tanto cariño de los hinchas, lo disfruto mucho. Mirá si lo disfruto que si ganamos, trato de salir último de la cancha porque quiero mirar a la gente y me dan ganas de quedarme a vivir ahí adentro. Los cantitos los sé, je.
-¿Sufriste con el último puesto del Apertura?
-Sí. Y creo que fue injusto. Si a River para salir campeón le sobra...
-¿Quiénes vas a ser los candidatos este torneo?
-River, San Lorenzo... Falta mucho. River, seguro.
-A Boca no lo nombraste, ¿se cae?
-No soy de hablar de Boca. Tiene un buen equipo, pero esperemos que se caiga.
-¿Como Nacional? Deben estar enojados con vos: dijiste que no tienen nivel para jugar la Copa...
--Estoy tranquilo con lo que dije. Si veían al equipo que tenían enfrente y no podían creer que iban ganando. Como que la camiseta de River les daba miedo. Y además, cuando vos jugás contra un equipo, estás expuesto a que el rival te putee.
-¿Te divierte provocar?
-No lo hago por provocar, pero tampoco miento.
-¿Te acostumbraste a no poder ir a un boliche porque hay fotógrafos haciéndote guardia o ya te da lo mismo?
-Tienen que empezar a matar a los políticos y no a mí. Después del partido contra San Lorenzo me emepzaron a dar a mí y creo que la gente se tiene que fijar en cómo está el país, en la inseguridad...
-¿Ahora no vas a decir que estás de acuerdo con Susana Giménez?
-Sí, para mí, es como dijo Susana: el que mata tiene que morir. ¿Por qué hay que recuperar a una persona cuando te saca a un familiar? Ojalá que nunca me pase, pero hay que estar en ese lugar, eh. Por eso, digo que cuando se empezó a hablar de esas cosas, más salía yo en la tele: si Fabbiani estaba gordo, si bajaba dos kilos o subía cuatro... Y hay que ver la realidad del país y no si yo voy a Esperanto. Porque estamos mal, hay mucha gente pasando hambre y no es justo que en un país tan rico estemos sufriendo de esa manera.
-Pero...
-Este es un ambiente lindo pero hay mucha mierda y buscan un problema para escracharte y hacerte quedar mal adelante de todos. Sé lo que hago. Y sé que el día de mañana quiero vivir patas para arriba y no trabajar de remisero.
Parece que se va a enojar, pero enseguida sonríe. Habla sin filtro, dice lo que piensa aunque admite que muchas veces su espontaneidad y su verborragia lo han metido en más de un problema. Lejos de escarmentar, dobla la apuesta.
-¿Para qué está River?
-River está para salir campeón. Tenemos un equipazo. Si pasamos la primera fase, estoy seguro: River es campeón de la Copa.
-¿Ya es un karma para ustedes?
-Y, te joden con eso de que River gana el torneo local, todo local. Pero queremos demostrar que River también puede salir campeón de América.
-¿Qué recordás del día en que Enzo levantó la Libertadores?
-Uy, no sé en dónde estaba, sí que fui a ver la final contra el San Paul cuando ganamos la Supercopa. A los 8 años entré por primera vez a la cancha de River, que fue cuando me llevó el tucumano Hernández, el mismo que trajo a Passarella, y estuve en el campo de juego, toqué los arcos... Por eso, que ahora esté jugando en el Monumental no se puede creer.
-¿Te proyectás en la Seleccion?
-Jugué como sparring contra el equipo de Bielsa, y estaban Ortega, Bati, Aimar, Ayala... Me saqué muchas fotos. No me daba cuenta y hoy me lo pongo a pensar y es muy loco. No lo viví como lo tenía que haber vivido. Hoy me muero por jugar en la Selección.
-¿Te ves tirando paredes con Messi?
-Quiero hacer todo lo posible para ponerme la celeste y blanca. Si llego a jugar al lado de Messi, me pongo a llorar.
"Si me dicen gordo, los mato a piñas"
Más íntimo que nunca, jura que ese apodo sólo se lo permite a sus conocidos. Y entre un trabajo y otro en Tandil, asegura: "Estoy comiendo menos que Uma...". El superclásico, la Selección, la pena de muerte: entrá a Ogromundo...
Ojalá que River me compre y me haga un contrato por 50 años. Porque yo me quiero quedar toda la vida".
Estirado en un sillón de dos cuerpos de la Hostería Casagrande, Cristian Fabbiani se acomoda la gorra negra mientras apoya sus zapatillas sobre la mesa ratona y sueña en voz alta. Es el mismo pibe de Ciudad Evita que aún hoy sale a hacer los repartos con su amigo Maxi, del almacén Las Chicas. El que se llevó un libro de Kafka a Tandil. El que no hace tanto se cruzó en un restaurante con Enzo Francescoli y casi se desmaya de la emoción. Y el mismo que, con las piernas doloridas por los más de 22 kilómetros sumados en cuatro días de pretemporada, suelta un "estoy comiendo menos que Uma...". A su lado, Ramón Díaz es Heidi. Je.
-Todos hablan de que justo vos elegiste trabajar a la ciudad de los salamines. ¿Te molesta que se hable tanto de tu peso o te digan Gordo?
-Si me lo dicen en la calle, los puedo llegar a matar a piñas. Si es un conocido, no me calienta. Depende de cómo lo diga. Hay maneras de decir gordo.
-Y las banderas con la layenda "Escupí el Fitito", ¿te joden?
-No. Quiere decir que para ellos soy importante. Cuando perdimos 5 a 1, la gente de San Lorenzo fue muy estúpida al no disfrutar del partido por putearme a mí. Que un equipo le gane así a River y se distraigan puteandome a mí... No tienen nada en la cabeza.
La primera bomba tiene como destino el Nuevo Gasómetro. Aunque esto es apenas el aperitivo de lo que se viene. "Soy muy fanático de River, de chiquito. Me acuerdo del 3 a 3 con Boca en el Monumental, goles de Berti, Villalba y Celso Ayala. Lo estábamos mirando por la tele, afuera de un kiosco, y como mis amigos son todos de Boca, me estaban dando con un caño cuando perdíamos 3 a 1. Pero yo en ningún momento me saqué la camiseta ni me fui de ahí, eh. Me la banqué", se entusiasma mientras deja el final de la historia abierto...
-¿Y qué pasó cuando River lo empató 3 a 3?
-En el 3 a 3, que casi lo ganamos, se querían matar ellos, je. ¡Los volví locos! Y al final, lo disfruté más yo que todos ellos.
-¿Cómo reaccionaron tus amigos de Boca cuando firmaste con River? ¿Se querían morir?
-No, son muy amigos míos, como hermanos. Y aunque algunos son de Boca, a veces van a la cancha a ver a River por mí.
-¿¡Vos lograste que hinchas de Boca griten por River!?
-Sí, pero no sólo ellos, eh. En mi familia hay unos cuantos de varios clubes y alientan a River por mí: mi mamá es de Boca, mi hermana más grande también, mi tío es de Racing, y todos están orgullosos de lo que me pasa. La más chiquita sí, es tan de River como yo...
-¿Te empezó a picar el bichito del superclásico?
-Sí. Quiero que el superclásico se juegue ya.
-¿Porque estás ansioso?
-Porque debe ser lindo jugar un superclásico. En la Bombonera le hice mi primer gol en Primera a Abbondanzieri. Pero falta: antes hay que pasar etapas.
-¿Sos de los que tiran caños en los entrenamientos y después regulan en la Bombonera o te da igual dónde se juegue?
-No, en la Bombonera mucho más todavía. Voy a tirar caños como siempre. O más todavía.
-¿Por qué?
-Por mi manera de jugar y porque estar en la cancha de Boca te agranda.
-Te van a insultar como los hinchas de San Lorenzo o más...
-Eh, pero será diferente.
-¿Te gustaría dejar muda a la Bombonera?
-Se va a callar. Si sigo trabajando de esta manera, con mi juego la Bombonera se va a callar.
-¿Es contradictorio que te comparen con Guillermo Barros Schelotto, justo un símbolo de Boca?
-No me jode, a Guillermo lo admiro.
-¿Los hinchas de River te adoran principalmente por tus declaraciones?
-Me quieren por mi manera de ser. Y porque además de jugador, soy hincha.
-¿Te sorprendió que te traten como a un ídolo?
-Ojalá que pueda ganar algo para llegar a ese nivel. Cuando recibo tanto cariño de los hinchas, lo disfruto mucho. Mirá si lo disfruto que si ganamos, trato de salir último de la cancha porque quiero mirar a la gente y me dan ganas de quedarme a vivir ahí adentro. Los cantitos los sé, je.
-¿Sufriste con el último puesto del Apertura?
-Sí. Y creo que fue injusto. Si a River para salir campeón le sobra...
-¿Quiénes vas a ser los candidatos este torneo?
-River, San Lorenzo... Falta mucho. River, seguro.
-A Boca no lo nombraste, ¿se cae?
-No soy de hablar de Boca. Tiene un buen equipo, pero esperemos que se caiga.
-¿Como Nacional? Deben estar enojados con vos: dijiste que no tienen nivel para jugar la Copa...
--Estoy tranquilo con lo que dije. Si veían al equipo que tenían enfrente y no podían creer que iban ganando. Como que la camiseta de River les daba miedo. Y además, cuando vos jugás contra un equipo, estás expuesto a que el rival te putee.
-¿Te divierte provocar?
-No lo hago por provocar, pero tampoco miento.
-¿Te acostumbraste a no poder ir a un boliche porque hay fotógrafos haciéndote guardia o ya te da lo mismo?
-Tienen que empezar a matar a los políticos y no a mí. Después del partido contra San Lorenzo me emepzaron a dar a mí y creo que la gente se tiene que fijar en cómo está el país, en la inseguridad...
-¿Ahora no vas a decir que estás de acuerdo con Susana Giménez?
-Sí, para mí, es como dijo Susana: el que mata tiene que morir. ¿Por qué hay que recuperar a una persona cuando te saca a un familiar? Ojalá que nunca me pase, pero hay que estar en ese lugar, eh. Por eso, digo que cuando se empezó a hablar de esas cosas, más salía yo en la tele: si Fabbiani estaba gordo, si bajaba dos kilos o subía cuatro... Y hay que ver la realidad del país y no si yo voy a Esperanto. Porque estamos mal, hay mucha gente pasando hambre y no es justo que en un país tan rico estemos sufriendo de esa manera.
-Pero...
-Este es un ambiente lindo pero hay mucha mierda y buscan un problema para escracharte y hacerte quedar mal adelante de todos. Sé lo que hago. Y sé que el día de mañana quiero vivir patas para arriba y no trabajar de remisero.
Parece que se va a enojar, pero enseguida sonríe. Habla sin filtro, dice lo que piensa aunque admite que muchas veces su espontaneidad y su verborragia lo han metido en más de un problema. Lejos de escarmentar, dobla la apuesta.
-¿Para qué está River?
-River está para salir campeón. Tenemos un equipazo. Si pasamos la primera fase, estoy seguro: River es campeón de la Copa.
-¿Ya es un karma para ustedes?
-Y, te joden con eso de que River gana el torneo local, todo local. Pero queremos demostrar que River también puede salir campeón de América.
-¿Qué recordás del día en que Enzo levantó la Libertadores?
-Uy, no sé en dónde estaba, sí que fui a ver la final contra el San Paul cuando ganamos la Supercopa. A los 8 años entré por primera vez a la cancha de River, que fue cuando me llevó el tucumano Hernández, el mismo que trajo a Passarella, y estuve en el campo de juego, toqué los arcos... Por eso, que ahora esté jugando en el Monumental no se puede creer.
-¿Te proyectás en la Seleccion?
-Jugué como sparring contra el equipo de Bielsa, y estaban Ortega, Bati, Aimar, Ayala... Me saqué muchas fotos. No me daba cuenta y hoy me lo pongo a pensar y es muy loco. No lo viví como lo tenía que haber vivido. Hoy me muero por jugar en la Selección.
-¿Te ves tirando paredes con Messi?
-Quiero hacer todo lo posible para ponerme la celeste y blanca. Si llego a jugar al lado de Messi, me pongo a llorar.