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El día empieza con el encubrimiento de la estatua de Nuestra Señora en la iglesia de Santa María de Belén. Nuestra Señora se encuentra en estado de luto por la muerte de su hijo Jesús y se cubre con una capa negra decorada en oro.
El sonido de las campanas y la compañía de música acompaña la estatua de Jesús resucitado y abandonan la iglesia de Santa María de Belén. Cristo está con el pecho descubierto y lleva únicamente una túnica roja con una palma terminada en espada en su mano derecha. La gente de Modica entonces llevan a Nuestra Señora por las calles de la ciudad, buscando a su hijo, acompañada únicamente por el sonido de un tambor. Las estatuas se encuentran al mediodía en la plaza San Domenico. Nuestra Señora entonces se cambia la capa negra por una de azul para demostrar la alegría de reencontrar a su hijo resucitado. Las estatuas se abrazan y se besan. De aquí el nombre de Nuestra Señora de Vasa Vasa.
Las dos estatuas bendicen la público entregado y juntos se encaminan hacia la Iglesia de San Pedro donde otro se dan otro abrazo antes de entrar en la iglesia.
Antiguamente, en el momento del primer abrazo, llamado el abrazo de la paz, la gente soltaba palomas con lazos de colores atados a sus pies. La gente que atendía al evento entonces se intercambiaban besos y abrazos entre ellos olvidando antiguos rencores. Hoy en día los abrazos entre las estatuas es seguido con aplausos y de manera más civilizada pero la gente canta, baila, salta y bebe durante toda la jornada. Se trata de una de las fiestas tradicionales de Sicilia con más carisma.
Fotografía | Modica News
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