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El silencio es salud.
El entrenamiento de Independiente fue con un clima caldeado entre Gallego y los jugadores, que no se dirigieron la palabra. El Técnico por ahora optó por no seguir tirando leña al fuego tras sus durísimas declaraciones luego de la goleada sufrida ante Lanús
No tirará jamás la basura debajo de la alfombra. Ni hará cortes quirúrgicos prolijitos, para que no se note la cirugía, las cicatrices. Si tiene que tirar las bolsas de consorcio sobre la alfombra real, ponele la firma que lo hará. Gallego va al frente. Como su equipo del 2002, como su remozada lengua del 2009. El 1-5 en Lanús, en su cancha karma, le pegó bien abajo. Y las esquirlas de su bomba anímica, esta vez, se esparcieron dentro de un vestuario demasiado calmo para su gusto. Algo indolente. "Si fueran rebeldes estarían llorando", tiró sin anestesia. "Tengo que cortar cabezas de entrada", la siguió sin filtro. Y los hinchas, recogieron el guante rápidamente. ¿Se zarpó el Tolo?
Según una encuesta de la web Infierno Rojo, el 93% de los cybervotantes cree que las declaraciones del técnico fueron correctas y que deben jugar los pibes. Es decir, de una vez por todas, ponerse los anteojos negros y, caiga quien caiga, pasar la escoba. El 7% restante se dividió entre "Habló en caliente" y "Debe esperar para limpiar al final del torneo". Igual, el mismo sitio titula Golpazo, y habla de "desatenciones y errores infantiles". Al respecto, Diabolicos.com fue en el mismo sentido: "¡Infantiles! ¡Así no!". Y agregó que "el Rojo pasó vergüenza una vez más de visitante y así las cosas se van a complicar...". La página oficial, en tanto, bajó los decibeles con un frío "Independiente no pudo ante el puntero". Más allá de todo, el consenso colectivo le está dando el visto bueno al técnico y responsabiliza, casi exclusivamente, a un plantel que no deja de conocer entrenadores.
El plantel se entrena en el complejo de Domínico desde las 9.30. Y a puertas abiertas. Para que todo quede bien clarito, transparentado. Gallego llegó, fiel a su costumbre, casi dos horas antes. Se lo notó enérgico. Y hasta se animó a parar un equipo alternativo (que jugó contra un combo de Reserva y Cuarta) en la cara de los responsables del nefasto resultado de anoche. Paró a Gabbarini; Viola, Damián Ledesma, Caracoche y Di Gregorio; Fredes, Gavilán y Patito Rodríguez; Higuaín; Gandín y Pepe Moreno.
En campo, con el kinesiólogo, trabajaron Eduardo Tuzzio e Ismael Sosa. Pusineri, quien llegó a la quinta amarilla, deberá realizarse estudios. Pinta desgarro.
¿Qué dirán los players? Por ahora uno de los pocos que habló fue el Rolfi Montenegro y contó que Gallego hoy no les dirigió la palabra. "Hay que dejar pasar los momentos de calentura para que bajen los decibeles. Lo único que puedo decir es que a mí no me gusta perder ni 1 a 0 y que también lo sufrí, pero no soy de llorar", dijo en La Red.
El entrenamiento de Independiente fue con un clima caldeado entre Gallego y los jugadores, que no se dirigieron la palabra. El Técnico por ahora optó por no seguir tirando leña al fuego tras sus durísimas declaraciones luego de la goleada sufrida ante Lanús
No tirará jamás la basura debajo de la alfombra. Ni hará cortes quirúrgicos prolijitos, para que no se note la cirugía, las cicatrices. Si tiene que tirar las bolsas de consorcio sobre la alfombra real, ponele la firma que lo hará. Gallego va al frente. Como su equipo del 2002, como su remozada lengua del 2009. El 1-5 en Lanús, en su cancha karma, le pegó bien abajo. Y las esquirlas de su bomba anímica, esta vez, se esparcieron dentro de un vestuario demasiado calmo para su gusto. Algo indolente. "Si fueran rebeldes estarían llorando", tiró sin anestesia. "Tengo que cortar cabezas de entrada", la siguió sin filtro. Y los hinchas, recogieron el guante rápidamente. ¿Se zarpó el Tolo?
Según una encuesta de la web Infierno Rojo, el 93% de los cybervotantes cree que las declaraciones del técnico fueron correctas y que deben jugar los pibes. Es decir, de una vez por todas, ponerse los anteojos negros y, caiga quien caiga, pasar la escoba. El 7% restante se dividió entre "Habló en caliente" y "Debe esperar para limpiar al final del torneo". Igual, el mismo sitio titula Golpazo, y habla de "desatenciones y errores infantiles". Al respecto, Diabolicos.com fue en el mismo sentido: "¡Infantiles! ¡Así no!". Y agregó que "el Rojo pasó vergüenza una vez más de visitante y así las cosas se van a complicar...". La página oficial, en tanto, bajó los decibeles con un frío "Independiente no pudo ante el puntero". Más allá de todo, el consenso colectivo le está dando el visto bueno al técnico y responsabiliza, casi exclusivamente, a un plantel que no deja de conocer entrenadores.
El plantel se entrena en el complejo de Domínico desde las 9.30. Y a puertas abiertas. Para que todo quede bien clarito, transparentado. Gallego llegó, fiel a su costumbre, casi dos horas antes. Se lo notó enérgico. Y hasta se animó a parar un equipo alternativo (que jugó contra un combo de Reserva y Cuarta) en la cara de los responsables del nefasto resultado de anoche. Paró a Gabbarini; Viola, Damián Ledesma, Caracoche y Di Gregorio; Fredes, Gavilán y Patito Rodríguez; Higuaín; Gandín y Pepe Moreno.
En campo, con el kinesiólogo, trabajaron Eduardo Tuzzio e Ismael Sosa. Pusineri, quien llegó a la quinta amarilla, deberá realizarse estudios. Pinta desgarro.
¿Qué dirán los players? Por ahora uno de los pocos que habló fue el Rolfi Montenegro y contó que Gallego hoy no les dirigió la palabra. "Hay que dejar pasar los momentos de calentura para que bajen los decibeles. Lo único que puedo decir es que a mí no me gusta perder ni 1 a 0 y que también lo sufrí, pero no soy de llorar", dijo en La Red.
