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Los No cheros
En su primera práctica al mando del Rojo, el Tolo Gallego marcó territorio. No se sacó la sonrisa de la boca pero, clarito, les pidió a sus jugadores que se cuiden con sus salidas y en su vida privada. ¿Y si los manda una semanita a Tandil?
Tan metido está Américo Gallego en el nuevo proyecto Independiente (versión 09) que salió a los pastos del Hindú Club con la camiseta oficial de los Diablos (claro, sin número estampado). "Siempre me visto de rojo o de negro. Además, al Rojo lo llevo en el corazón", perfumó la mañana de Don Torcuato. El Tolo, en la primera presentación con el plantel en el predio del rugby (más allá de que ya había dirigido a Rolfi Montenegro, Lucas Pusineri y Leonel Ríos en su triunfal paso anterior), se puso colorado para la ocasión. Pero no a la hora de las primeras declaraciones. Después de conocer, en vivo y en directo, el semblante del plantel, mitad en broma, mitad en serio, prefirió comenzar a sentar las reglas del juego. "Conmigo se acabó la tranquilidad. Los jugadores tienen derecho a salir pero... Hay que ser cuidadosos con la noche...", avisó el entrenador. Y la dejó ahí. Para la libre interpretación. Después habló de fútbol. Como si las dos puntas de análisis fueran de la mano para comprender el presente del equipo. Y, principalmente, para proyectar el futuro.
"Los muchachos me están respondiendo. Los noté contentos. Además, los que no están jugando, ahora empezarán de cero. Mañana haremos fútbol en Domínico porque quiero verlos en acción. Quiero ver a Depetris, a Del Monte. Algunos tendrán que bajar a la Reserva. En un momento, mientras estaban corriendo, noté a cinco números 9 con una estatura impresionante. Y me pregunté: '¿Cómo puede ser que no hagan goles?'", fue el interrogante del coach de un plantel que apenas convirtió nueve goles en siete fechas. "Igual, los veo para lastimar. Encima, yo me siento muy bien. Le dije a Comparada que me sentía como el Gallego del 94, cuando asumí en River", se mostró entusiasmado.
El Tolo madrugó. Como siempre. Se levantó a las 5.30 pero tuvo que esperar cuatro horas, hasta las 9.30, para que el presidente le diera el pie frente al grupo y la charlita duró alrededor de 15 minutos. Al finalizar, empezó el primer turno del día. Bajo la atenta mirada del nuevo DT (y de Juan Amador Sánchez, su ayudante de campo), los profes Rubén Olivera y Daniel Díaz encabezaron los trabajos dentro de un marco de gran clima. El Tolo, carpeta inmóvil bajo el brazo, aprovechó para dedicarse a tener parloteos personalizados con algunos jugadores. Su sponsoreada gorra roja, otra cábala que trae dividendos, no dejó de lucirse. El clima era buenísimo y no sólo por el sol. Independiente el domingo viajará a Lanús para intentar achicar la diferencia de cinco puntos que lo separan de la punta. "El domingo no vamos a jugar con el 4-3-2-1 del 2002. Primero tengo que defenderme bien. Por suerte, tengo los mejores arqueros del país. ¿Dónde lo voy a poner al Rolfi? Cada vez se juega menos con enganche en el fútbol argentino. Voy a alternar más adelante. Pero no voy a anticipar nada porque (Luis) Zubeldía ya debe estar mirando videos, ja", cerró Gallego en relación al técnico del Granate, su primer rival en la vuelta a nuestros pagos. Volvió el Tolo. Con todo.
En su primera práctica al mando del Rojo, el Tolo Gallego marcó territorio. No se sacó la sonrisa de la boca pero, clarito, les pidió a sus jugadores que se cuiden con sus salidas y en su vida privada. ¿Y si los manda una semanita a Tandil?
Tan metido está Américo Gallego en el nuevo proyecto Independiente (versión 09) que salió a los pastos del Hindú Club con la camiseta oficial de los Diablos (claro, sin número estampado). "Siempre me visto de rojo o de negro. Además, al Rojo lo llevo en el corazón", perfumó la mañana de Don Torcuato. El Tolo, en la primera presentación con el plantel en el predio del rugby (más allá de que ya había dirigido a Rolfi Montenegro, Lucas Pusineri y Leonel Ríos en su triunfal paso anterior), se puso colorado para la ocasión. Pero no a la hora de las primeras declaraciones. Después de conocer, en vivo y en directo, el semblante del plantel, mitad en broma, mitad en serio, prefirió comenzar a sentar las reglas del juego. "Conmigo se acabó la tranquilidad. Los jugadores tienen derecho a salir pero... Hay que ser cuidadosos con la noche...", avisó el entrenador. Y la dejó ahí. Para la libre interpretación. Después habló de fútbol. Como si las dos puntas de análisis fueran de la mano para comprender el presente del equipo. Y, principalmente, para proyectar el futuro.
"Los muchachos me están respondiendo. Los noté contentos. Además, los que no están jugando, ahora empezarán de cero. Mañana haremos fútbol en Domínico porque quiero verlos en acción. Quiero ver a Depetris, a Del Monte. Algunos tendrán que bajar a la Reserva. En un momento, mientras estaban corriendo, noté a cinco números 9 con una estatura impresionante. Y me pregunté: '¿Cómo puede ser que no hagan goles?'", fue el interrogante del coach de un plantel que apenas convirtió nueve goles en siete fechas. "Igual, los veo para lastimar. Encima, yo me siento muy bien. Le dije a Comparada que me sentía como el Gallego del 94, cuando asumí en River", se mostró entusiasmado.
El Tolo madrugó. Como siempre. Se levantó a las 5.30 pero tuvo que esperar cuatro horas, hasta las 9.30, para que el presidente le diera el pie frente al grupo y la charlita duró alrededor de 15 minutos. Al finalizar, empezó el primer turno del día. Bajo la atenta mirada del nuevo DT (y de Juan Amador Sánchez, su ayudante de campo), los profes Rubén Olivera y Daniel Díaz encabezaron los trabajos dentro de un marco de gran clima. El Tolo, carpeta inmóvil bajo el brazo, aprovechó para dedicarse a tener parloteos personalizados con algunos jugadores. Su sponsoreada gorra roja, otra cábala que trae dividendos, no dejó de lucirse. El clima era buenísimo y no sólo por el sol. Independiente el domingo viajará a Lanús para intentar achicar la diferencia de cinco puntos que lo separan de la punta. "El domingo no vamos a jugar con el 4-3-2-1 del 2002. Primero tengo que defenderme bien. Por suerte, tengo los mejores arqueros del país. ¿Dónde lo voy a poner al Rolfi? Cada vez se juega menos con enganche en el fútbol argentino. Voy a alternar más adelante. Pero no voy a anticipar nada porque (Luis) Zubeldía ya debe estar mirando videos, ja", cerró Gallego en relación al técnico del Granate, su primer rival en la vuelta a nuestros pagos. Volvió el Tolo. Con todo.
