endemonia2
New member
- Registrado
- 26 Feb 2009
- Mensajes
- 34
- Tema Autor
- #1
Los clubes poderosos del país dejaron de ser los protagonistas de un torneo polarizado por los equipos "chicos".
Con un 70 por ciento del torneo Clausura ya disputado, los "cinco grandes" del fútbol argentino viven un presente desde el punto de vista de los resultados más que preocupante, con escasas -o en la mayoría de los casos- sin ninguna chance de luchar por el título, en una tabla que muestra a equipos como Vélez, Lanús, Colón y Huracán como principales animadores del certamen.
Si hablamos de los dos clubes (River y Boca) que polarizan la simpatía de la mayoría de los argentinos, ambos se encuentran inmersos en una mediocridad que alarma, siendo por estas horas blanco de innumerables críticas, sobre todo de los propios hinchas "millonarios", que ya no se "bancan" quedar fuera de carrera tan temprano, como ocurrió en la Libertadores, aunque en el torneo local todavía cuenta con chances matemáticas. En tanto, el "xeneize" le saca una luz de ventaja al "millonario", ya que en este primer semestre del 2009 todavía le queda un objetivo por luchar: la Copa, la misma en la que su archirrival fue eliminado en primera ronda.
A pesar de tener este torneo como principal objetivo el equipo de Ischia no termina por convencer desde lo futbolístico. Y los hinchas de a poco empiezan a levantar voces en contra del técnico por la forma de plantear algunos partidos, encima no gana desde hace siete fechas en el torneo afista (perdiendo cuatro partidos consecutivos) y con actuaciones pocos convincentes en la Copa. La luz roja de pronto parece encenderse en un club que se acostumbró a ganar y pelear hasta el último tramo en todas las competencias.
No olvidemos que tanto River como Boca fueron los últimos campeones del 2008 (Clausura y Apertura) pero que obtuvieron ambos torneos dejando más dudas que certezas. Los de Núñez, presionados por el fracaso en copero, y los de la Ribera, que remontaron sobre el final, terminaron quedándose con un polémico triangular definitorio, en medio de sospechas sobre supuestos arbitrajes favorables. Algo tan improbable como difícil de demostrar.
En un escalón más abajo asoma un Independiente que viene de capa caída desde hace rato. Ni siquiera el propio Miguel Santoro (un técnico de la "casa") pudo enderezar un barco que hoy bajo la conducción del "Tolo" Gallego no termina de encontrar el rumbo y ni siquiera una mínima regularidad. A pesar que en esta moda de incentivar a los jugadores para que rindan un poco más el nuevo DT prometió regalarle un auto al plantel "rojo" si llegan a salir terceros en el Clausura. Una inusual forma de llegarle a jugadores que visten una camiseta con una rica y pesada historia que parecen no tener en cuenta.
Más abajo aún se ubica San Lorenzo, otro que fue víctima del síndrome "copero" y tras quedar eliminado de la Libertadores decidió cambiar de técnico, echando a Miguel Russo y contratando a Diego Simeone para dar un golpe de efecto y poder calmar a su gente, que tras el fracaso reaccionó con furia contra los jugadores. Hoy el "ciclón" pretende terminar dignamente el torneo que lo encuentra de mitad de tabla para abajo y pensar en el próximo torneo.
Para el final queda el Racing Club, que en estos tiempos ya se acostumbró más a sufrir que a disfrutar. La "academia" sigue zafando de la promoción de la mano de un DT como Caruso Lombardi (verborrágico y mediático), que parece haberle inyectado una dosis de autoestima a tal punto que sacó 19 puntos en 8 partidos (5 triunfos y tres empates), algo impensado por los sufridos hinchas albicelestes, que aún no puede terminar de creer el momento de resurrección que vive el equipo. El técnico avanza en su proyecto, repartiendo "regalos al plantel" y aseverando, como lo hizo después del partido con Vélez, que su equipo parece el puntero del campeonato.
Con un 70 por ciento del torneo Clausura ya disputado, los "cinco grandes" del fútbol argentino viven un presente desde el punto de vista de los resultados más que preocupante, con escasas -o en la mayoría de los casos- sin ninguna chance de luchar por el título, en una tabla que muestra a equipos como Vélez, Lanús, Colón y Huracán como principales animadores del certamen.
Si hablamos de los dos clubes (River y Boca) que polarizan la simpatía de la mayoría de los argentinos, ambos se encuentran inmersos en una mediocridad que alarma, siendo por estas horas blanco de innumerables críticas, sobre todo de los propios hinchas "millonarios", que ya no se "bancan" quedar fuera de carrera tan temprano, como ocurrió en la Libertadores, aunque en el torneo local todavía cuenta con chances matemáticas. En tanto, el "xeneize" le saca una luz de ventaja al "millonario", ya que en este primer semestre del 2009 todavía le queda un objetivo por luchar: la Copa, la misma en la que su archirrival fue eliminado en primera ronda.
A pesar de tener este torneo como principal objetivo el equipo de Ischia no termina por convencer desde lo futbolístico. Y los hinchas de a poco empiezan a levantar voces en contra del técnico por la forma de plantear algunos partidos, encima no gana desde hace siete fechas en el torneo afista (perdiendo cuatro partidos consecutivos) y con actuaciones pocos convincentes en la Copa. La luz roja de pronto parece encenderse en un club que se acostumbró a ganar y pelear hasta el último tramo en todas las competencias.
No olvidemos que tanto River como Boca fueron los últimos campeones del 2008 (Clausura y Apertura) pero que obtuvieron ambos torneos dejando más dudas que certezas. Los de Núñez, presionados por el fracaso en copero, y los de la Ribera, que remontaron sobre el final, terminaron quedándose con un polémico triangular definitorio, en medio de sospechas sobre supuestos arbitrajes favorables. Algo tan improbable como difícil de demostrar.
En un escalón más abajo asoma un Independiente que viene de capa caída desde hace rato. Ni siquiera el propio Miguel Santoro (un técnico de la "casa") pudo enderezar un barco que hoy bajo la conducción del "Tolo" Gallego no termina de encontrar el rumbo y ni siquiera una mínima regularidad. A pesar que en esta moda de incentivar a los jugadores para que rindan un poco más el nuevo DT prometió regalarle un auto al plantel "rojo" si llegan a salir terceros en el Clausura. Una inusual forma de llegarle a jugadores que visten una camiseta con una rica y pesada historia que parecen no tener en cuenta.
Más abajo aún se ubica San Lorenzo, otro que fue víctima del síndrome "copero" y tras quedar eliminado de la Libertadores decidió cambiar de técnico, echando a Miguel Russo y contratando a Diego Simeone para dar un golpe de efecto y poder calmar a su gente, que tras el fracaso reaccionó con furia contra los jugadores. Hoy el "ciclón" pretende terminar dignamente el torneo que lo encuentra de mitad de tabla para abajo y pensar en el próximo torneo.
Para el final queda el Racing Club, que en estos tiempos ya se acostumbró más a sufrir que a disfrutar. La "academia" sigue zafando de la promoción de la mano de un DT como Caruso Lombardi (verborrágico y mediático), que parece haberle inyectado una dosis de autoestima a tal punto que sacó 19 puntos en 8 partidos (5 triunfos y tres empates), algo impensado por los sufridos hinchas albicelestes, que aún no puede terminar de creer el momento de resurrección que vive el equipo. El técnico avanza en su proyecto, repartiendo "regalos al plantel" y aseverando, como lo hizo después del partido con Vélez, que su equipo parece el puntero del campeonato.