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For Ever lo ganaba bien y por agresión al línea se suspendió el clásico
El Club Atlético Chaco For Ever derrotaba a Textil Mandiyú por 1 a 0 cuando a los 38 minutos del complemento, el segundo asistente Cesar Dascanio fue agredido con un proyectil y el juez suspendió el partido. Si bien no se conoce el informe del árbitro, la policía habría detectado que el objeto contundente cayó de la tribuna visitante.
Ahora define el Tribunal de Disciplina del Consejo Federal. Lo ganaba el negro con gol de Mauro González.
La historia de nunca acabar, la barbarie y la locura, un partido que no termina y por sobre todo la agresión a un ser humano cumpliendo la función de asistente. Esta vez empañando los festejos de una victoria justa y merecida por el equipo albinegro, que hasta ese momento tenía el cotejo controlado y se disponía de contragolpe tratando de encontrar una mayor diferencia. Pero terminó abruptamente, en medio de desesperación por atenderlo al línea, con hinchas correntinos corriendo hacia la salida sin entenderse el porque. El juez que no vio nada, el línea menos, el veedor que tampoco pudo observar nada y sólo la policía que dejó entrever que tenían identificado que el proyectil vino de la parcialidad visitante. Una locura.
Pero antes hubo un partido, al menos intenso, muy disputado entre los clásicos rivales del litoral. For Ever comenzó mejor, muy dinámico, preciso con el balón y con profundidad.
Mandiyú inseguro en el fondo con un Del Vecchio que dudaba en cada cruce y los dirigidos por Osvaldo Gómez tratando de presionar la salida. En los primeros minutos, luego de una gran corrida, Eduardo Escobar se resintió de su contractura y no pudo volver a rendir lo mismo. De todas formas se las ingenió para pelear en una pierna contra de los defensores, obligando y exigiendo por arriba con lo poco que podía. La visita insistía con Jiménez como creador, pero Larrea estuvo muy bien contenido por la zaga albinegra y Martínez nunca supo inquietar a sus marcadores.
Lo tuvo Serravalle pero el delantero esta peleado con el arco y la tiro afuera. Otro remate de Mauro González avisaba y se iba muy cerca del palo de Ramírez. Luego vinieron algunos incidentes en la tribuna local entre los hinchas y la policía, el juez paró el partido y pidió garantías al jefe del operativo, que luego de una reunión en el círculo central se las dio para que el cotejo se reinicie. A los 49 minutos Escobar dijo basta y fue reemplazado por Silva. Cuando se jugaba tiempo adicionado, a los 53 minutos, un tiro libre le abrió camino a la victoria albinegra. Vera, metió un pase milimétrico para Mauro González y este saliendo de la barrea giró y definió ante la salida de Ramírez. 1 a 0, delirio de los simpatizantes locales que desahogaron su ansiedad con una definición exquisita del volante.
En el complemento, las emociones se incrementaban, las noticias que llegaban desde Formosa daban cuenta que los formoseños igualaba con Crucero del Norte y ese resultado le caía muy bien a For Ever. Pero También se conocía la noticia que ganaba Guaraní y esto obligaba a Mnadiyú a salir a buscar al menos el empate. El equipo de Jarque perdió el orden y con más ganas que fútbol intentó la remontada. Lo puso a Balmaceda y sacó un zaguero, luego saltó a la cancha la experiencia de Duré en lugar de Valenzuela, pero no alcanzó. Si bien se lo quiso llevar a For Ever por delante, los defensores del negro despejaron todo, no tuvo fisuras en los últimos metros y Larrea pasó a ser un actor de reparto, lejos de ser protagonista.
For Ever se paró de contragolpe, sacó a Serravalle e incluyó David Verón y luego a Gómez por Valenzuela. La idea era recuperar la pelota, y tratar de sacarla rápido con Silva y González. Mandiyú perdió la identidad, la desesperación lo hizo avanzar ciego y hasta Del Vecchio se transformó en un delantero más. A los 35 minutos Emiliano Giletta, fiel a su temperamento, le tiró un codazo a un hombre de For Ever y se fue expulsado. El partido comenzaba a cerrarse, corrían los 38 minutos y pasó lo que ya mencionamos. Agresión al línea, suspensión y suspenso. Para el final, quedó la confirmación del árbitro de la culminación de la tarde de fútbol,
Los hinchas del negro que se debatían entre la algarabía de estar ganando el partido ante su clásico rival y estar esperando el pitazo final en la ciudad de Formosa. Los simpatizantes correntinos que abandonaron inmediatamente el estadio y los locales con los oídos atentos a la radio haciendo “el aguante” al resultado que necesitaban confirmar. Y llegó nomás, Sol y Crucero igualaron sin goles y el festejo se extendió por todo el estadio, la tarde se volvía a mezclar con sensaciones de impotencia e incluso incertidumbre, por estar ganando el partido que tenían que ganar y por haberse dado el resultado que estaban esperando. Pero terminó así, abruptamente. Por una criminal agresión al asistente que el propio Tribunal de Disciplina deberá determinar las responsabilidades, pero que en la cancha no quedaron dudas, el que quiso ganarlo, el que más metió garra y corazón fue Chaco For Ever, que como en todo el campeonato deberá esperar que dicen en un escritorio.
El Club Atlético Chaco For Ever derrotaba a Textil Mandiyú por 1 a 0 cuando a los 38 minutos del complemento, el segundo asistente Cesar Dascanio fue agredido con un proyectil y el juez suspendió el partido. Si bien no se conoce el informe del árbitro, la policía habría detectado que el objeto contundente cayó de la tribuna visitante.
Ahora define el Tribunal de Disciplina del Consejo Federal. Lo ganaba el negro con gol de Mauro González.
La historia de nunca acabar, la barbarie y la locura, un partido que no termina y por sobre todo la agresión a un ser humano cumpliendo la función de asistente. Esta vez empañando los festejos de una victoria justa y merecida por el equipo albinegro, que hasta ese momento tenía el cotejo controlado y se disponía de contragolpe tratando de encontrar una mayor diferencia. Pero terminó abruptamente, en medio de desesperación por atenderlo al línea, con hinchas correntinos corriendo hacia la salida sin entenderse el porque. El juez que no vio nada, el línea menos, el veedor que tampoco pudo observar nada y sólo la policía que dejó entrever que tenían identificado que el proyectil vino de la parcialidad visitante. Una locura.
Pero antes hubo un partido, al menos intenso, muy disputado entre los clásicos rivales del litoral. For Ever comenzó mejor, muy dinámico, preciso con el balón y con profundidad.
Mandiyú inseguro en el fondo con un Del Vecchio que dudaba en cada cruce y los dirigidos por Osvaldo Gómez tratando de presionar la salida. En los primeros minutos, luego de una gran corrida, Eduardo Escobar se resintió de su contractura y no pudo volver a rendir lo mismo. De todas formas se las ingenió para pelear en una pierna contra de los defensores, obligando y exigiendo por arriba con lo poco que podía. La visita insistía con Jiménez como creador, pero Larrea estuvo muy bien contenido por la zaga albinegra y Martínez nunca supo inquietar a sus marcadores.
Lo tuvo Serravalle pero el delantero esta peleado con el arco y la tiro afuera. Otro remate de Mauro González avisaba y se iba muy cerca del palo de Ramírez. Luego vinieron algunos incidentes en la tribuna local entre los hinchas y la policía, el juez paró el partido y pidió garantías al jefe del operativo, que luego de una reunión en el círculo central se las dio para que el cotejo se reinicie. A los 49 minutos Escobar dijo basta y fue reemplazado por Silva. Cuando se jugaba tiempo adicionado, a los 53 minutos, un tiro libre le abrió camino a la victoria albinegra. Vera, metió un pase milimétrico para Mauro González y este saliendo de la barrea giró y definió ante la salida de Ramírez. 1 a 0, delirio de los simpatizantes locales que desahogaron su ansiedad con una definición exquisita del volante.
En el complemento, las emociones se incrementaban, las noticias que llegaban desde Formosa daban cuenta que los formoseños igualaba con Crucero del Norte y ese resultado le caía muy bien a For Ever. Pero También se conocía la noticia que ganaba Guaraní y esto obligaba a Mnadiyú a salir a buscar al menos el empate. El equipo de Jarque perdió el orden y con más ganas que fútbol intentó la remontada. Lo puso a Balmaceda y sacó un zaguero, luego saltó a la cancha la experiencia de Duré en lugar de Valenzuela, pero no alcanzó. Si bien se lo quiso llevar a For Ever por delante, los defensores del negro despejaron todo, no tuvo fisuras en los últimos metros y Larrea pasó a ser un actor de reparto, lejos de ser protagonista.
For Ever se paró de contragolpe, sacó a Serravalle e incluyó David Verón y luego a Gómez por Valenzuela. La idea era recuperar la pelota, y tratar de sacarla rápido con Silva y González. Mandiyú perdió la identidad, la desesperación lo hizo avanzar ciego y hasta Del Vecchio se transformó en un delantero más. A los 35 minutos Emiliano Giletta, fiel a su temperamento, le tiró un codazo a un hombre de For Ever y se fue expulsado. El partido comenzaba a cerrarse, corrían los 38 minutos y pasó lo que ya mencionamos. Agresión al línea, suspensión y suspenso. Para el final, quedó la confirmación del árbitro de la culminación de la tarde de fútbol,
Los hinchas del negro que se debatían entre la algarabía de estar ganando el partido ante su clásico rival y estar esperando el pitazo final en la ciudad de Formosa. Los simpatizantes correntinos que abandonaron inmediatamente el estadio y los locales con los oídos atentos a la radio haciendo “el aguante” al resultado que necesitaban confirmar. Y llegó nomás, Sol y Crucero igualaron sin goles y el festejo se extendió por todo el estadio, la tarde se volvía a mezclar con sensaciones de impotencia e incluso incertidumbre, por estar ganando el partido que tenían que ganar y por haberse dado el resultado que estaban esperando. Pero terminó así, abruptamente. Por una criminal agresión al asistente que el propio Tribunal de Disciplina deberá determinar las responsabilidades, pero que en la cancha no quedaron dudas, el que quiso ganarlo, el que más metió garra y corazón fue Chaco For Ever, que como en todo el campeonato deberá esperar que dicen en un escritorio.
