- Tema Autor
- #1
Con el jogging en alto
Para los chilenos, tras el histórico triunfo 3-1 ante Perú, la figura de Marcelo creció como nunca antes (ni hablar por estos pagos). Ya se ven en Sudáfrica 2010. Y están bien encaminados. Hasta lo consideran un técnico baratito..
El tipo sonríe y los chilenos babean. De repente, Marcelo Bielsa y el pueblo futbolero se unen en las calles. El rosarigasino, colgado en un kiosko de diarios desde la tapa de El Gráfico local. Los hinchas, todavía enloquecidos, yendo y viniendo desde el aeropuerto de Pudahuel donde fueron a darle la bienvenida, en plena madrugada, a su selección después del histórico triunfo en Lima ante Perú por 3 a 1. A Sudáfrica, parece, que todos irán con el jogging hasta la garganta. El Loco puso a Chile de la cabeza...
Lo dijo Harold Mayne-Nicholls, el Julio Grondona trasandino, con la billetera medio llena. "Esto no me salió caro. Esto me salió barato...", aseguró en una entrevista al diario uruguayo El País. "La apuesta de Bielsa fue por traer a alguien que, en forma seria, profesional, organizada, dedicada, nos ayudara en tres aspectos fundamentales que necesitaba el fútbol chileno: que los jugadores fueran más humildes, que tuviéramos mayor disciplina, y que fuéramos capaces de trabajar en forma más rigurosa", amplió el pope de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional chilena. "Si yo firmo un cheque de cinco millones de dólares y el tipo trabajó por ocho... ¡Eso es muy barato!", siguió con sus declaraciones en tono de costo/beneficio. "Con Bielsa y el cambio que les hizo a los jugadores, a la gente le entregamos el producto que quiere: un mejor espectáculo en la cancha", cerró Mayne-Nicholls la caja.
Durante la noche del domingo y las primeras horas de hoy, la tele, por primera vez en 26 años, dejó de pasar esas gastadas imágenes del tiro libre de Jorge Aravena en Lima, en aquel primer y único triunfo de Chile en Perú por Eliminatorias. Y no fue un partido más para los vecinos. Desde la Guerra del Pacífico hasta ahora, cuando los peruanos presentaron en Tribunal Supremo de La Haya su demanda por los límites marítimos, cada enfrentamiento se ha convertido en un clásico más que hostil, en una batalla de nacionalismos. Pero Marcelo, en el mismo estadio Monumental donde se despidió en 2004 de la Selección Argentina, atemperó la situación con un gran partido de sus jugadores. Por eso, la prensa no dejó de alabarlo. "Histórico", titula El Mercurio. "Histórico", repite La Tercera. Y se destaca la figura de Alexis Sánchez, el ex River y delantero de Udinese, quien metió el primero, fabricó el segundo y asistió en el tercero. "¡Les ganamos Hayá y donde quieran porque Chile no tiene límites, carajo!", resumió el popular Las Ultimas Noticias. Pero Marcelo, quien consiguió fuera de casa diez de los 19 puntos que suma Chile –segunda con Argentina, tercera por diferencia de gol- se lo tomó tranquilo. El miércoles, a estadio Nacional repleto, se le viene Uruguay. Y desde Arica a Magallanes, todo un país quiere viajar a Sudáfrica con el jogging en lo más alto... Afortunadamente, ahora, por casa también andamos bien.
Para los chilenos, tras el histórico triunfo 3-1 ante Perú, la figura de Marcelo creció como nunca antes (ni hablar por estos pagos). Ya se ven en Sudáfrica 2010. Y están bien encaminados. Hasta lo consideran un técnico baratito..
El tipo sonríe y los chilenos babean. De repente, Marcelo Bielsa y el pueblo futbolero se unen en las calles. El rosarigasino, colgado en un kiosko de diarios desde la tapa de El Gráfico local. Los hinchas, todavía enloquecidos, yendo y viniendo desde el aeropuerto de Pudahuel donde fueron a darle la bienvenida, en plena madrugada, a su selección después del histórico triunfo en Lima ante Perú por 3 a 1. A Sudáfrica, parece, que todos irán con el jogging hasta la garganta. El Loco puso a Chile de la cabeza...
Lo dijo Harold Mayne-Nicholls, el Julio Grondona trasandino, con la billetera medio llena. "Esto no me salió caro. Esto me salió barato...", aseguró en una entrevista al diario uruguayo El País. "La apuesta de Bielsa fue por traer a alguien que, en forma seria, profesional, organizada, dedicada, nos ayudara en tres aspectos fundamentales que necesitaba el fútbol chileno: que los jugadores fueran más humildes, que tuviéramos mayor disciplina, y que fuéramos capaces de trabajar en forma más rigurosa", amplió el pope de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional chilena. "Si yo firmo un cheque de cinco millones de dólares y el tipo trabajó por ocho... ¡Eso es muy barato!", siguió con sus declaraciones en tono de costo/beneficio. "Con Bielsa y el cambio que les hizo a los jugadores, a la gente le entregamos el producto que quiere: un mejor espectáculo en la cancha", cerró Mayne-Nicholls la caja.
Durante la noche del domingo y las primeras horas de hoy, la tele, por primera vez en 26 años, dejó de pasar esas gastadas imágenes del tiro libre de Jorge Aravena en Lima, en aquel primer y único triunfo de Chile en Perú por Eliminatorias. Y no fue un partido más para los vecinos. Desde la Guerra del Pacífico hasta ahora, cuando los peruanos presentaron en Tribunal Supremo de La Haya su demanda por los límites marítimos, cada enfrentamiento se ha convertido en un clásico más que hostil, en una batalla de nacionalismos. Pero Marcelo, en el mismo estadio Monumental donde se despidió en 2004 de la Selección Argentina, atemperó la situación con un gran partido de sus jugadores. Por eso, la prensa no dejó de alabarlo. "Histórico", titula El Mercurio. "Histórico", repite La Tercera. Y se destaca la figura de Alexis Sánchez, el ex River y delantero de Udinese, quien metió el primero, fabricó el segundo y asistió en el tercero. "¡Les ganamos Hayá y donde quieran porque Chile no tiene límites, carajo!", resumió el popular Las Ultimas Noticias. Pero Marcelo, quien consiguió fuera de casa diez de los 19 puntos que suma Chile –segunda con Argentina, tercera por diferencia de gol- se lo tomó tranquilo. El miércoles, a estadio Nacional repleto, se le viene Uruguay. Y desde Arica a Magallanes, todo un país quiere viajar a Sudáfrica con el jogging en lo más alto... Afortunadamente, ahora, por casa también andamos bien.